La infancia-espejo de Claralucia
 
Ephémère
Seducido.
Yo fui tomado por el engrenaje de juego de mirodas de Claralucia, operadora de espacios intimos. De un golpe de escalpelo mental, limpio y profundo, ella disceca duramente un microscopio cotidiano sorprendentementte denso. Un real de una extraordinaria proximidad. De un real que deja estupefacto, ella extrae un oro visual decantado y monocromatico, cortante y fascinante.

Su espacio pictural de muy alta presencia, como tajado por pinceladas decididas; embrujado el ojo, tomado en su implacable juego de espejos.
Color de base lejano, extrano y raro. Colores de fundo que envian de un lado al otro una mirada que sin quererlo se vuelve vagabunda.

Interrogacion viva, de la realidad desnuda. Es la terrible cuestion de la innumerada existencia, camino a la pintura, que posee Claralucia...
Explosion de interioridad secreta, proyectada en una apariencia rebuscada del exterior.
Figuracion aclarada por el interior. Visible examen al infinito.

El espacio imantado y tramposo actua como una puerta abierta hacia una prision subterranea de la mente, porque en la obra de Claralucia como en un corriente de crueles virtuales y laberintos.
Pintura bruta de apariencia y sobria en su interior. Espejo de todos los posibles, inyectada en el corazon de lo real. Infimo et objeto y el inverso gira el rededor.
Christian Noorbergen
Galeria